El Economista

27/05/2014

Redacción

¿Ha llegado la hora de invertir en índices de acciones de sustentabilidad? La sustentabilidad empezó a ser mirada por algunos grandes inversionistas como un indicador más a la hora de tomar sus decisiones. Es un concepto amplio y heterogéneo, pero cada vez más mirado por los fondos globales.

Los inversionistas deberían conocer los beneficios de este tipo de inversión y, para ello, las empresas listadas deberían fortalecer cada vez más su reputación y robustecer la transparencia en sus prácticas diarias.

Para 2015, la inversión destinada a las empresas que cotizan en índices bursátiles de sustentabilidad será de entre 15 y 20% del total de activos bajo manejo por administradoras de fondos comunes de inversión (que ascienden a 26.500 billones de dólares) según el estudio Responsible Investing: a Paradigm Shift” realizado por Robeco y Booz & Company.

Elaborar un índice de empresas sustentables también sirve para cuidar la salud de las inversiones: una visión a largo plazo del mundo y los mercados es esencial.

A modo de ejemplo, en los Estados Unidos, uno de cada ocho dólares colocados en la bolsa se destina a empresas seleccionadas por su:

  • 1. Desempeño ambiental
  • 2. Prácticas en materia social
  • 3. Gobierno corporativo

Esos serían los tres ejes en torno a los cuales gira la idea de realizar una inversión en acciones de empresas o en fondos comunes de inversión denominados “sustentables”.

Dentro de las primeras áreas de trabajo de las empresas, es decir en el desempeño ambiental, se requiere de las empresas tener un sistema de manejo ambiental de acuerdo al sector, con reportes públicos de impactos, tener en cuenta la biodiversidad y cuidar del impacto climático así como en el tratamiento del agua.

Entre las prácticas de las empresas en materia social o del grupo de interés están los empleados, para los cuales las empresas deben ofrecer igualdad de oportunidades, una clara política de retención de talentos, ofrecer salud y seguridad a sus empleados y cada vez más efectuar un balance de vida familiar. Asimismo, recae en las obligaciones de las empresas interactuar cada vez más con la comunidad. Los clientes y proveedores también forman parte de este núcleo de trabajo.

En materia de Gobierno corporativo, los empresarios deber dar cumplimiento a las regulaciones internacionales de ética y gobierno corporativo en general, las distintas declaraciones sobre derechos humanos, medio ambiente y desarrollo, y adherir a la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción. La lucha contra la corrupción debe estar expresamente escrita en el código de ética, que incluye otros factores relevantes como una política sobre donaciones o regalos. Debe haber independencia del consejo o directorio. Incluir cada vez más a las mujeres en altos rangos y realizar análisis de riesgos y oportunidades ambientales y sociales.

México ha lanzado su IPC Sustentable y muchos otros países poseen índices similares, como el Indice de Sostenibilidad Empresarial (ISE) de la BM&FBOVESPA brasileña, que busca estimular la responsabilidad ética de las empresas. Este último fue originalmente financiado por la International Finance Corporation (Banco Mundial), y su diseño metodológico es responsabilidad de la Fundación Getulio Vargas. La evaluación se da por el desempeño de las empresas en cuanto a sostenibilidad basada en la eficiencia económica, equilibrio ambiental, justicia social y gobierno corporativo. Conceptos como calidad, nivel de compromiso con el desarrollo sostenible, equidad, transparencia y prestación de cuentas, naturaleza del producto, además del desempeño empresarial en el ámbito económico-financiero, social, ambiental y cambio climático son todas ellas variables que se toman en cuenta para formar parte de ese índice. La Bolsa es responsable por el cálculo y la gestión técnica del índice. Natura y Petrobras son dos casos de éxito que ilustran lo que pasa en el mercado brasileño. Natura no sólo forma parte del índice bursátil de empresas sustentables de brasil, sino que también ocupa el segundo lugar en el ranking global 100 de Corporate Knights.

El índice Global 100 elaborado por Corporate Knights analizó más de 4,000 grandes y medianas empresas para elaborar el ranking. El estudio se llevó a cabo basado en métricas innovadoras de acciones sustentables, tales como la cantidad que se emite de carbono, el uso racional de energía y de agua, además del adecuado tratamiento de la basura. Dicho análisis se aplica en 22 países.

Por otro lado, el Best Global Green Brands de Interbrand es un subíndice del índice Best Global Brands. Este último incluye a las 100 empresas con mayor valoración de marca del mundo. Ese listado se reduce a 50 compañías con mejor desempeño en materia de sustentabilidad. El criterio de selección de estas compañías se basa, además del valor económico de cada una, en la distancia que hay entre lo que la marca comunica y lo que realmente practica con respecto al cuidado del medio ambiente y el respeto por las comunidades.

También existe el Indice de Sustentabilidad S&P Dow Jones. El DJSI fue conformado en 1999 y fue pionero entre los índices que rastrean la performance de las empresas líderes en sustentabilidad a nivel mundial. Las últimas adiciones en 2013 fueron las de Bank of America, UBS y United Parcel Service (en reemplazo de Johnson & Johnson, HSBC y Vodafone. El DJSI World 2013/2014 tiene 333 empresas distribuidas entre los siguientes subíndices:

Indice Regional Cantidad de miembros

  • Dow Jones Sustainability Asia Pacific 152
  • Dow Jones Sustainability Australia 55
  • Dow Jones Sustainability Emerging Markets 81
  • Dow Jones Sustainability Europe 177
  • Dow Jones Sustainability Korea 53
  • Dow Jones Sustainability North America 140

Es difícil que las empresas tomen iniciativas que son costosas y poco rentables a corto plazo cuando uno ve que la mayor economía del mundo (los Estados Unidos) ha sido uno de los pocos países desarrollados que no se suscribió a los tratados ambientales firmados en la década de 1990. Tampoco los mercados emergentes todavía no han conseguido sumarse a este desafío de ganar dinero de forma sostenible para las generaciones futuras, lo cual es un proceso para nada finalizado.